Experiencia a bordo de un crucero
La experiencia de una familia a bordo de un crucero
Hoy nos ha llamado Andrea, una clienta que, tras hacer un crucero el verano anterior, ha decidido contratar otro este verano para volver a disfrutar de esta experiencia. Hemos aprovechado su llamada para hacerle unas preguntas sobre su impresión a bordo de un crucero.
-Buenos días Andrea, ¿puedes contarnos un poco sobre tu anterior viaje?
A: ¡Por supuesto! Mis padres celebraron el año pasado sus bodas de oro y pensamos, ¿por qué no regalarles un crucero para disfrutar con sus seres queridos? Así que nos embarcamos con ellos, mis hijos, mi marido y yo. Fue una experiencia única.
– ¿Cuál fue la mayor preocupación que tuvisteis a la hora de contratar un crucero?
A: Siempre habíamos pensado que era una actividad para personas más mayores, pero la realidad es que hay actividades para todas las edades. Éramos una familia de tres generaciones, totalmente distintas edades, y todos lo pasaron bien a bordo.
– ¿Fue cómoda la estancia?
A: Desde luego. Los camarotes muy acogedores. Nos daba pena salir de la cama por la mañana, pero luego disfrutábamos tanto de las actividades y de las visitas que no volvíamos hasta por la noche.
– ¿Cómo era vuestro día a día en el barco?
A: Nos levantábamos bastante temprano para desayunar, y a partir de ahí todo era actividades, excursiones y diversión. También había muchos momentos de relax, lo que era ideal para descansar en una tumbona al lado de la piscina.
– ¿Eran entretenidas las actividades a bordo?
A: Muchísimo! Había tantas cosas para hacer que era imposible aburrirse, ni siquiera un segundo. Cine, música, deporte, juegos… Creo que no hay nada que no había nada que no pudiéramos hacer en el barco.
– ¿Cómo eran las excursiones por tierra? ¿Fuisteis por libre o contratasteis las excursiones?
A: Las dos cosas. Contratamos un par de excursiones que nos parecieron interesantes, de las que vosotras nos propusisteis de hecho, y fueron magníficas; también contratamos una o dos a bordo y también alguna por nuestra cuenta.
Los transportes estaban contratados y los guías controlaban el tiempo para que llegáramos al embarque a tiempo, así que no tuvimos ningún problema.
Pero también nos apetecía salir un poco a nuestro aire e ir a los sitios que veíamos por el camino o sentarnos en alguna terraza a tomar algo. Al principio, nos preocupaba el tema del tiempo y la posibilidad de perdernos, pero el secreto está en ser tu propio guía y marcarte bien la hora de vuelta.
Una de las cosas que nos gustó mucho a la hora de hacer excursiones, fue el servicio de guardería. Tenemos dos niños de 8 y 10. Ir por libre les encantó, pero las excursiones programadas no les parecían tan divertidas. Que el barco nos diera la opción de vigilarlos mientras nosotros salíamos fue una gran ayuda. Estuvieron atendidos todo el tiempo y lo pasaron de maravilla.
– ¿Y por las noches?
A: Primero cenábamos en el comedor todos juntos. Muchas noches nos acostábamos directamente, era agotador hacer tantas actividades, pero tan divertido que no podíamos parar. Los días que habíamos disfrutado un poco más de relax, íbamos a alguna de las cubiertas en las que se podía bailar para disfrutar un poco de la noche.
En esas noches nos ayudó mucho que tuviéramos la posibilidad de contratar una nanny que vigilara a los niños durante unas horas.
– Hablando de la cena, ¿disfrutasteis del menú del barco?
A: Sorprendentemente sí. Sobre los adultos no tenía ninguna duda de que nos iba a gustar todo lo que nos ofrecieran, pero mis hijos, igual que muchos niños pequeños, son a veces un poco difíciles a la hora de comer fuera de casa. Afortunadamente había un menú muy variado y adaptado a sus gustos, y comieron sin problema durante toda la estancia.
– ¿Cómo vivieron los niños esta experiencia? ¿Y los mayores?
A: Los niños llegaron encantados a casa y contaron su experiencia a todos sus amigos. Lo pasaban genial con todas las actividades que tenían en el barco, sobre todo el cine, la piscina y los videojuegos. Y los días que bajábamos con ellos a tierra corrían por todos lados sin parar.
Los mayores, disfrutaron mucho también. Pasamos mucho tiempo en familia con las actividades del barco y también pudimos relajarnos de noche con la seguridad de que los niños estarían atendidos y entretenidos cuando no estuvieran con nosotros.
– ¿Qué es lo que más os gustó de la experiencia?
A: Creo que fue la dinámica en general. Es apto para cualquier tipo de persona y gustos. Si te gusta más estar de relax, puedes estar a tu aire y relajarte al lado de la piscina. Pero si eres una persona más activa, hay infinidad de actividades para no aburrirse nunca.
También es una buena forma de conocer gente. Después de un par de días, empezamos a socializar bastante bien con muchos de los viajeros. De hecho, hay algunas familias con las que todavía mantenemos contacto.
– ¿Por qué habéis elegido un crucero para este verano?
A: Lo pasamos tan bien el año pasado y es tan cómodo, que decidimos repetir este año también. Iremos solo los cuatro, esta vez dejamos a los abuelos en casa, pero estoy segura de que lo pasaremos igual de bien.
– ¿Algún consejo para las personas que se estén planteando un crucero?
A: Que se lancen a la aventura porque dudo mucho que queden decepcionados con esta experiencia.
¡Muchas gracias Andrea!
Nos alegramos de que hayas tenido una experiencia tan positiva a bordo del crucero y que hayas decidido repetir este verano. Y gracias por la confianza que depositas en nosotras para gestionar todas tus reservas.
CW